 Más allá de volver a comprobar que cerca del 40% de la población pasa de votar y que la ley electoral es injusta (como se aprecia en la tabla adjunta), los resultados electorales resultan decepcionantes para los que soñamos con un cambio real en la sociedad. Porque aunque la gente ha empezado ya a asustarse de las políticas que el gobierno central ha empezado a poner en marcha (desde las generales de noviembre a las autonómicas del domingo, el PP ha bajado en Andalucía del 45% al 40% de los votos: algo es algo), nos olvidamos de que el PSOE representa casi lo mismo que el PP: políticas neoliberales y sumisas a la dinámica del gobierno de los mercados financieros que domina en el mundo, y sube del 36% al 39%. Y esto por no hablar de las escandalosas presuntas corrupciones, que aquí parece que dan igual. En fin… |
En definitiva, y lamentablemente, la suma de PP + PSOE sigue representando del orden del 80% de los votos, lo que supone casi el 90% de los escaños (que esa es otra). Poco vamos a cambiar así, desde luego. Sólo nos queda esperar que IU sea capaz de influir lo suficiente en el PSOE, un partido que afirma ser de izquierdas pero que no acaba de demostrarlo. Para empezar, propongo que IU exija, como condición necesaria para apoyar la investidura de Griñán, un cambio en la ley electoral de Andalucía que introduzca proporcionalidad directa y real: a cada % de votos el mismo % de diputados. Y en listas abiertas, a ser posible.
Eduardo Sáez Maldonado. |